Antes de escoger la ropa que te vas a poner debes evaluar tu
estado de ánimo, de nada vale dedicar horas escogiendo el outfit si tu ánimo
está del todo dispuesto en irradiar felicidad. No olvidemos que no es solo lo
que vestimos o usamos, sino la actitud con el que lo mostremos. Lo mismo pasa
con las fragancias, ellas resaltan y complementan nuestra esencia, y si salimos
a la calle con el ánimo decaído o de mal humor, no causará el mismo impacto.
Si vas a dedicar mucho tiempo en arreglarte para lucir
perfecta, procura que tu humor cambie, ya sea escuchando música o comiendo algo
delicioso.
Hay una técnica infalible para aumentar nuestro humor por
las mañanas: si eres mujer, dedica una buena parte en maquillarte, en ponerle
atención a los detalles, buscar los colores adecuados y combinarlo con un
peinado ideal. Luego busca esa fragancia
que más te haga feliz, esa que te evoca recuerdos maravillosos. Si eres hombre,
dedica unos minutos en afeitarte, cortarte las uñas, arreglarte bien el cabello
y buscar la ropa adecuada para el día. Las fragancias fuertes y cítricas son
perfectas porque dan vitalidad.
¡Y listo! Toda una armonía entre lo que luces y lo que
sientes. Ya verás cómo robarás miradas.
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